Los Bajos del Principado: 03/2008

viernes, marzo 28, 2008


Vistas opuestas de Granada Andalusí


“Nada Como la pena de ser ciego en Granada” -Anónimo-

Hasta donde puedo desear, yo debería haber sido capaz de ser un gentil en Granada Pero, impregnado por esa luminosa hondura que late blanca, sublime, arrogante; extasiado por esa intensidad perfumada que rezuman sus Cármenes, eclipsado por su mágico legado que me hechizó la mirada enfermándola hasta exhalar la ansiedad de abrir más y más mis ojos exaltando con gozo lo contemplado, como si siempre hubiera sido mía. La amalgama de mil aromas con el azahar y el romero, ejerce tal influjo sobre mí que va más allá de la escritura no consigo dar cuenta de un lugar sino de un tiempo, una sensación de donde solo es posible regresar a través de la tremenda cosmovisión andalusí del mundo, presencia emocional que aunque, aparentemente, no existe reaparece atravesada por el murmullo del agua, dos ríos el Genil y el Darro derramándose bajo nuestros pies hacia insospechados aljibes, adornados de flores y alimentando multitud de acequias imposibles, esos empinados escalones del antiguo arrabal judío, el Realejo o esa arquitectura de raíces moriscas del Albayzin y presidiéndolo todo ELLA, subyugante, amante altiva que se sabe bella, eterna. Al contemplarla, es tal el destello de ese instante que nubla todas las formas imaginadas, una vez dentro, repentinamente desaparece, como si dejase de existir el excelso paisaje que la envuelve, te posee como una Belladonna, da la impresión que ella lo sabe y lo que deseas es que no se acabe nunca, dejarte arrullar por su firmamento, abandonarte al placer de permanecer eternamente ahí, enmudecido, paralizado; impresiona esa dulce armonía en medio de tanta lujuria nazarí, embruja tus sentidos de tal manera que intuyes que solo existe una posibilidad de salir allí; la mía se produjo al escuchar, abajo en la lejanía, los arpegios flamencos de una guitarra acompañando un quejío gitano en el Paseo de los Tristes, santo lugar para aquellos que llevamos sin llorar mucho tiempo...

miércoles, marzo 26, 2008

Original de "On the Road"
"La vida está montada al revés: uno debería empezar muerto, jugar al golf unos años con un reloj de oro, luego trabajar durante un tiempo, ir a la Universidad, buscar experiencias y probar las drogas, ir a la escuela secundaria, jugar durante unos años pasar nueve meses en un vientre y terminar en un orgasmo"

martes, marzo 18, 2008

LA HERRAMIENTA DE FAULKNER
Mientras tanto, Ian McCulloch asalta "Hey, Thats No Way To Say Goodbye" de Leonard Cohen

Tengo los dedos rotos de huir del estilo escurriendo mis ocurrencias episcopales por los frágiles huesos de la hermeneútica, sin atender los ruegos de las reglas de puntuación, como la indolencia expresiva de una cabeza indígena olfateando los matices en los cuadros de Basquiat, renunciando a los laberintos inacábados de la contemplación y resistiendo en los hábitos de la piel contagiada por una escritura salvaje lamiéndose el punto y la coma con el mismo instinto que la innata habilidad que mostramos con la boca cuando sorbemos de forma impulsiva el cucurucho de un delicioso helado al limón desbordándose, ahogándonos en busca de aire, al mismo tiempo que reavivamos la lengua salpicándolo todo, boqueando con placer, de forma incontinente; decostruyendo las frases sin el pudor ni la vanidad del suicidio literal que supone ensalzar con epítetos, sin ensamblar, sombras extraviadas por la, aún, arcilla fresca del derroche en la última frase que crece y crece voluptuosamente, mediante el fútil subterfugio del equivoco o la insesated para pulverizar la eficacia del artificio y acabar precipitándose en la algarabía de la erudición. Puro veneno para el enfermizo suplicio creativo y el afán prodigioso de la vanidad.

miércoles, marzo 12, 2008

CABOTAJES DE PASIÓN
Como definir al individuo de respetables propósitos magistrales que, desde la indolente elegancia de la cautela es capaz de interpretar el transcurrir de las dimensiones morales de (en) la narración, contribuyendo a ofrecer una correctora “visión objetiva” del aparatoso amasijo resultante de la colisión entre las sombras de la fragmentación creadora con la prosa emocionante que precede al sentido poético, convirtiéndola en un accidental catalogo sobre la intensidad del verbo fulgente...

viernes, marzo 07, 2008

ALMACÉN DE BURROS DE JUGUETE
“Cuarto Creciente en el Laberinto para Camaleones”

Hubo un tiempo en el que todos pensábamos que sabíamos leer, y entonces llegó Paúl de Man... (Wlad Godzich)
Ha transcurrido bastante tiempo desde aquella frase; a menudo, viajaba en Metro, y para mitigar mi claustrofobia me dedicaba a observar a todas esas personas con un libro abierto entre sus manos; dependiendo de la hora del día, su expresión reflejaba miradas de ausencia o de cansancio, esos ojos no leían, con persianas de plomo bajo las cejas se refugiaban huidizos entre las hojas, podría parecer que intentaban aparentar una ausencia de estado de ánimo, ni siquiera un atisbo de indolencia, asomaba alquitrán por sus pupilas ¿se pueden leer libros con esa actitud? ¿Donde queda el sudor textual que emana de la emoción al descifrar las hermosas glosas de la imaginación? Curioseando los títulos que manoseaban los atribulados lectores, de inmediato recordé aquel ácido pasaje de los lectores nudistas en las islas del Adriático, correspondiente al formidable libro “Gracias por no leer” de la autora croata Dubravka Ugresic. En el subterráneo, entre cientos de títulos de autoayuda, reina el tal Paulo Coelho (ese escritor con “alma de niño”) que ha vendido cientos de miles de ejemplares y hecho LEER a millones de personas; en alguno de ellos, de cuyo texto “extrae su alimento espiritualMadonna, el exitoso autor nos deslumbra con frases como esta “las nubes son ríos que ya conocen el mar” o del tipo “Has escuchado a tu propio corazón. Él lo sabe todo. Sigue sus latidos aun cuando te lleven al pecado”¿existe o no la perversión humana? ¿O acaso es la abyecta conspiración que no cesa? ¿De que lado de la cama duermes?
“Cuarto menguante en la Luna de Papel”
¿Y escribir, quién sabe escribir? (Después del asedio, entre los escombros)
En el último tercio del siglo pasado, entre tanto escribidor complaciente con el “gota a gota simbólico” refugiados en el confort intelectual de un plácido dejarse llevar a merced de la corriente, se suscitó una encendida y efímera polémica entre los Buhoneros sin aliento del mal llamado “realismo sucio” (mayoritariamente norteamericanos) y los, en otro tiempo, airados outsiders donde se acusaba a unos cuantos creadores (mayoritariamente europeos) de haberse tomado el significado del núcleo lineal de la narración demasiado en serio, o demasiado en broma, usando– como flujo– conceptos del purgatorio expresivo. Y de hacerlo mal. O de hacerlo para seducir, para embobar, presionados por los reclamos editoriales comerciales. Entre Los “Impostores” estarían, de los cercanos, vacas sagradas tales como, Cela y, por qué no, García Márquez.
No todos los autores se pusieron del lado de los conspicuos apóstoles minimales ni todos los franceses del lado de los franceses ni los norteamericanos del lado de los americanos. Lo interesante, visto desde la perspectiva del tiempo queda reducido, nada menos que, a una serie de preguntas no resueltas del todo: ¿El saber narrar debe ser continuamente “refrescado” o regenerado? ¿Es válida hoy una visión del mundo en el que las fórmulas creativas no se correspondan con una sociedad en fuga permanente sin filtros ni límites? ¿Puede la literatura, sola con su tradición, hacerse cargo del repostaje en la descripción del lenguaje de este tiempo? ¿Cómo y donde se busca hoy el hecho literario, la trama, con que herramientas? En fin, quizás nadie ha llegado más allá que el infravalorado Philip K. Dick al considerar el metalenguaje, en un sentido expresivamente torrencial, extramoral y desarrollar la trama y la ficción como pasionales tropos ilimitados.
Ahora, en el penúltimo round, el oleaje de la creación literaria está bajo bandera Cyber, se esta produciendo un ataque preventivo de vanidad contra aquellos Aposentos del verbo (que se jodan los que leen) por parte de una emergente Tríada Neuromante consistente en ráfagas de agotamiento lector contra La alfombra Roja del Mainstream, mientras avalanchas de naturaleza muerta se desploman sobre La Tierra de las mil Chanzas y sus nebulosas fábulas repletas de nutritivas fantasías y adorables artificios... ¡que los Dioses de la Gravedad nos libren de la ardorosa cólera de Agramante!