LA IDENTIDAD DE LAS SOMBRAS

Todo lo obviado por la ficción, se sostiene por el ejercicio de
retórica que propone sentir con naturalidad el mundo en que
habitamos; aferrarse a esta argumentación es la mejor manera
de constatarlo como propio o ajeno. Pero sucede que cuando
la autoridad religiosa es fundamental, es la ciencia la que
carece de importancia; cuando predomina la raza humana,
es la naturaleza la que carece de importancia; si la política
es fundamental, es el amor el que carece de importancia; si
el dinero prima, lo que carece de importancia es el arte;
finalmente, si el tiempo se adueña de ti lo que carece de
importancia es la vida... así que, porqué tener miedo a
la subjetividad sesgada en estos vidriosos días de incertidumbre
en los que los fantasmas de la libertad vagan, sin parar de toser,
como almas en pena camino del safari del desencanto y donde
los complejos inhibitorios manipulan con sus tentáculos los
incómodos vestuarios de la reflexión y de la desobediencia.