VETUSTA
(O la moral de la Ausencia... )
Cuando la memoria se enamora de la pérdida, las calles de la ciudad se llenan de Estatuas de Sal e incitan a soliloquios sobre la desazón de la huida y la soledad del vacío; sus únicas huellas son como el vuelo de cenizas en medio de un vendaval, vaivenes de frenesí y aspavientos arrollando la voluntad a golpes de corazón.
2 comentarios:
He metido comentarios, pero no salen. Jesús León
Claro, porque he elegido la identidad Google/Blogger. Error de novato. Ya es imposible volver a reescribir lo que mi túnea cabeza habia escrito. Es una pena que ande para siempre rodando por la web.
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