QUÉ FICCIÓN? QUÉ ESTILO?

(AVALANCHA)

En realidad despeñarse por el precipicio de las formas como un suicida no es nada nuevo, la mera tentativa de intentarlo expresa un estado de necesidad permanente que comienza en un ejercicio de imaginación, con una espontánea exploración selectiva y simbólica, para acabar en un caudal de sensaciones ya sin rastro de cualquier estilo sobre los objetos, las acciones y las cosas incluso sobre la misma naturaleza. Imponiéndole una significación desviada y a veces oculta, como cuando se interpreta una realidad cuyos signos de identidad van desde sombras borrosas en un callejón oscuro y angosto hasta el Arco Iris luminoso del cielo menos protector que hallamos conocido * . Uno ejecuta la soledad de su intimidad desprendiéndose de las imágenes que la memoria nos va detallando; imaginar no es pensar es impulsar, con furia, una impostura hasta su máximo grado de ausencia de realidad. Esto sucede, no solo en las lánguidas peripecias de los "Agrimensores de Sueños" * o en las cargas de profundidad de Las "Cabezas Borradoras" * Sino también en los gozos elegíacos de los "Príncipes de La Bohemia" * Es más, no deja de ser una obligación estética y paradigmática para los indomables salvajes de la Cultura, Cine, Ilustración y Comic . Así que el buen consejo de hoy es dejar, a un lado, tanto gimnasio de las Ideas y lanzarse por el terraplén de la incógnita vomitando nuestros instintos.